miércoles, 12 de enero de 2011

Sobre la ley antitabaco II

Sólo quería reproducir un comentario de un lector de ABC que me ha parecido muy interesante:

"Soy ex fumador, casado con ex fumadora, padre de tres hijos, un hijo no fumador y dos hijas fumadoras, y además hijo de una fumadora de 89 años, la cual es la que más me preocupa, ya que cada día pierde un mes de vida, por el paquete y medio de cigarrillos que se fuma.
Soy ex fumador porque sufrí hace seis años un infarto agudo de miocardio, a partir de aquí deje de fumar, francamente mi mejoría ha sido prodigiosa, sobre todo en lo referente al cáncer de bolsillo; pero además, por esta razón me interesó el tema y según los investigadores en el asunto, un ateroma, productor de los infartos o de las isquemias, se forma a partir de moléculas de calcio unidas por moléculas de colesterol LDL, bueno, ninguno de los dos son componentes del tabaco. Ya puestos, tampoco lleva entre sus componentes los oncogenes productores del cáncer. Por cierto estarán pensando en prohibir la leche.
Por otro lado, convivo con otros seres humanos en transportes públicos, establecimientos públicos y demás lugares de pública concurrencia, observando que cada vez somos más guarros, higiénicamente hablando y menos cuidadosos con la salud, incluso por costumbres culturales ajenas por las que se vuelve a escupir de forma “natural” en mitad de la calle o en los lugares mencionados y esto no es perseguible, siendo un claro atentado contra la salud; por otro lado, sinceramente prefiero un olor a “eau” de Marlboro antes que el “eau” de chotuno.
Pero aparte de toda esta perorata, estoy preocupado, muy preocupado por dos razones; la primera, estadística, desde hace dos décadas el número de fumadores ha descendido, pasando de ser mayoría a hoy que son minoría, entonces ¿Por qué se incrementan las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de pulmón, esófago, estómago y hasta el de boca?
La segunda, también, si estadísticamente el tabaco es culpable de tanta muerte en estos dos tipos de enfermedades, no ocurrirá lo mismo si analizásemos la influencia del jabón de glicerina en el cáncer de piel y en las enfermedades de transmisión sexual, digo yo, ya que es el jabón más usado por las víctimas de ambas plagas. Por cierto en los accidentes de tráfico el culpable serían los calcetines de lana, prenda más usada por las víctimas.
Yo diría que si en vez de prohibir tanto, se dedicaran y se gastaran nuestros dineros en educar más, la sociedad ganaría en todo, la base de la convivencia es una amalgama entre la educación, el respeto y la cultura. Prohíban menos, promuevan más."

Me quito el sombrero.

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